Sábado 6 de Octubre 2018
a las 13 horas. Buenos Aires. Argentina
a las 13 horas. Buenos Aires. Argentina
Un hermano en la fe fue movido a leer la
lectura de Ezequiel 37, sobre los huesos secos en el desierto.
Este hermano me
llamó y me dijo que no conocía la lectura y le llamó la atención algo y no
sabia que era.
En el momento que me contaba esto Dios Eterno se manifestó a este siervo
indigno suyo.
El Pasaje nos llama revivir, a salir de la
tumba de muerte que es el mundo y a la vez es el desierto.
Y así dice el Señor:
Yo Yahvé, reuniré a todo mi pueblo y lo
hago por medio de todos mis profetas, llamo a mi pueblo disperso por el mundo a
que deje entrar Mi Santo Espíritu y les devuelva la esperanza.
Amado pueblo, sacude el polvo del mundo en
tus huesos, porque el pecado os ha dejado desnudo como los huesos en el
desierto.
Llega la hora del Señor y en este momento crucial para el genero
humano, os llamo a preparaos para luego reuniros en la Tierra de la Nueva
Jerusalén.
Dejad que mi Santo Espíritu os dé mi Soplo
de Vida y os llene de vigor para el largo caminar, con que os espera hacia mi
tierra.
Os infundiré vida y alegría, venid cantando cánticos de júbilo e
invitad a todos los que encontréis en el camino y decidle que el Señor os llama
y hay un lugar reservado para ellos también.
Oh! Amado pueblo, caído en desgracia y
desesperanza, resucitad por medio de Dios Espíritu Santo y dejaos abrazar
plenamente por Mi Voluntad Eterna; porque deseo haceros de nuevo a mi imagen y
semejanza.
Vuestro Dios os ama tanto que desea
restaurar en sus miserables vidas la vida, todos los honores y tributos que
solo Dios os puede dar, es vuestro Señor es Quién os llama.
Llamo a todos los profetas del mundo, id
recorred cada rincón y decid que llega la hora del Señor, mis verdaderos
mensajeros no estarán solos.
He puesto mis Ángeles a vuestra disposición para
que os cuiden y ayuden en esta tarea; porque a medida que se aproxima el
cumplimiento de los días finales, más pesada será la tarea.
Huesos secos dispersos en el desierto,
¡levantaos en el Nombre de Dios, Nombre sobre todo nombre!
Huesos secos ¡despertad del largo sueño,
el Señor os llama!, escuchad su voz y recibid a Su Santo Espíritu que viene con
el alimento de vida eterna para restauraros con carne y sangre.
Así diréis al mundo, tal como os he dicho.
Que mi llamado recorra toda la Tierra, que nadie quede sin ser invitado por Mi.
El tiempo se acaba y urge llamar a todas
las almas a la Salvación Eterna.
¡Es vuestro Dios, quien os llama y así os
he dicho!.
Que así sea.